Mientras nos encaminábamos hacia la casa de Charlie mi mente vagabundeaba en Jacob, haciéndose varias preguntas sobre él ¿De verdad estaba tan mal que intentara hacer feliz a Jacob? Yo sabía la respuesta: No. Jacob me quería, me cuidaba y yo también lo quería a él. Mi sol, el único que pudo hacer que el agujero de mi pecho se hiciera más pequeño, a punto de casi desaparecer.
Jacob detuvo el coche enfrente de mi casa, que estaba a oscuras, y apagó el motor; de pronto, reinó el silencio. Como tantas otras veces, él parecía estar en consonancia con mis pensamientos de ese momento.
Me abrazó y me estrechó contra su pecho, envolviéndome con su cuerpo. De nuevo, esto me hizo sentir bien. Era casi como ser otra vez una persona completa.
Creí que pensaba en Harry, en su reciente muerte, pero entonces habló y su tono de voz era de disculpa.
-Perdona. Sé que mis sentimientos y los tuyos no son los mismos, Bella, pero te juro que no importa. Me alegro tanto de que te encuentres bien que tengo ganas de cantar, y eso, desde luego, es algo que a nadie le gustaría escuchar.
Se rió con su risa gutural en mi oído.
Esa era una de las muchas cosas que me encantaba de Jacob: Su sentido del humor.
Y otra vez el debate en mi cabeza sobre Jacob volvía a empezar. ¿No desearía Edward que yo fuera lo más feliz posible? ¿No le quedaría suficiente afecto como para querer esto para mí? Pensé que sería así. Despues de todo, Edward se habia ido porque yo no era buena para él. Nunca le iba a poder devolver todo lo que el me daba, asi que no iba a ser justo.
Jake presionó su mejilla cálida contra la parte superior de mi cabeza.
Sabía sin lugar a dudas qué sucedería si ladeaba el rostro y presionaba mis labios contra su hombro desnudo... Sería muy fácil. No habría necesidad de explicaciones esta noche.
Pero ¿sería capaz de hacerlo?
De pronto, como respuesta a mi pregunta, como si hubiera estado en peligro la voz de Edward me dijo: se feliz
Aunque me pareció extraño escuchar esa voz, consideré seguirle la cuerda. Después de todo la voz de Edward siempre quería lo mejor para mi ¿Y si estar con Jake era lo mejor para mí? ¿Lo que me hacia feliz?
Jake quitó la mano de mi hombro y cuando se dirigía hacia la puerta le dije:
-Espera
El se volteó y se dirigió hacia mí con cara de interrogante
-Escucha Jake…quiero decirte algo- El se sumergió en mi mirada- Me gusta estar contigo
-A mí también me gusta estar contigo- Me respondió algo intrigado
-No es solo eso Jake. Me haces feliz, eres mi sol. Te quiero Jacob Black. Pero ya no más como un simple amigo, eres parte de mí- Me sonroje al confesar lo que sentía
Una gran sonrisa se empezó a dibujar en su rostro, mi favorita. Tomo mi rostro entre sus manos y nos miramos fijamente. Cuando nuestros labios estaban a solo unos centímetros me dijo:
-Te amo Isabella Swan
Y luego dulcemente presionó sus labios contra los míos. Me permití poner mis manos en su rostro y apretarlo contra mí. Nunca me había imaginado que ese momento sería así. Era dulce pero feroz, casi como si el beso fuera una necesidad. Me detuve cuando estuve a punto de perder el aliento, un escalofrió me recorrió. Sus labios cálidos habían hecho un choque frenético con los míos que estaban congelados. Mire a Jake, tenía una sonrisa triunfante .
-Me gustaría quedarme el resto de mi vida contigo- Apuntó- Pero todavía me falta ir por Victoria
Me estremecí al recordar su nombre. Jake me abrazó
-Además, deberías dormir. Saltar de un acantilado te ha dejado algo pálida
Los dos nos reímos y Jake abrió la puerta. De pronto, entró en el coche un soplo de aire, frío como el de una tormenta.
-¡Arg!-Jacob espiró con fuerza, como si alguien le hubiera golpeado en la barriga- ¡Vaya mierda!
Cerró la puerta de golpe al tiempo que giraba la llave del encendido. Le temblaban tanto las manos que yo no sabía cómo se las iba a arreglar para hacerlo.
-¿Qué ocurre?- Le pregunte preocupada. Podía dañar el auto en cualquier momento. Sus grandes brazos parecían a punto de explotar.
-Vampiro- espetó.
La sangre huyó de mi cabeza, por lo que me sentí mareada.
-¿Cómo lo sabes?
-¡Porque puedo olerlo! ¡Maldita sea!- Me respondió furioso
Los ojos de Jacob brillaban salvajes mientras rastreaba la calle oscura. No parecía consciente de los temblores que recorrían su cuerpo.
Giré mi cabeza y me llené de sorpresa al ver lo que se encontraba atrás de nosotros: El carro de los Cullen.
¿Habían vuelto?
Jacob pareció haber visto lo mismo que yo
-¡Maldita sea! Siempre arruinando todo esa estúpida sanguijuela
Jacob detuvo el coche enfrente de mi casa, que estaba a oscuras, y apagó el motor; de pronto, reinó el silencio. Como tantas otras veces, él parecía estar en consonancia con mis pensamientos de ese momento.
Me abrazó y me estrechó contra su pecho, envolviéndome con su cuerpo. De nuevo, esto me hizo sentir bien. Era casi como ser otra vez una persona completa.
Creí que pensaba en Harry, en su reciente muerte, pero entonces habló y su tono de voz era de disculpa.
-Perdona. Sé que mis sentimientos y los tuyos no son los mismos, Bella, pero te juro que no importa. Me alegro tanto de que te encuentres bien que tengo ganas de cantar, y eso, desde luego, es algo que a nadie le gustaría escuchar.
Se rió con su risa gutural en mi oído.
Esa era una de las muchas cosas que me encantaba de Jacob: Su sentido del humor.
Y otra vez el debate en mi cabeza sobre Jacob volvía a empezar. ¿No desearía Edward que yo fuera lo más feliz posible? ¿No le quedaría suficiente afecto como para querer esto para mí? Pensé que sería así. Despues de todo, Edward se habia ido porque yo no era buena para él. Nunca le iba a poder devolver todo lo que el me daba, asi que no iba a ser justo.
Jake presionó su mejilla cálida contra la parte superior de mi cabeza.
Sabía sin lugar a dudas qué sucedería si ladeaba el rostro y presionaba mis labios contra su hombro desnudo... Sería muy fácil. No habría necesidad de explicaciones esta noche.
Pero ¿sería capaz de hacerlo?
De pronto, como respuesta a mi pregunta, como si hubiera estado en peligro la voz de Edward me dijo: se feliz
Aunque me pareció extraño escuchar esa voz, consideré seguirle la cuerda. Después de todo la voz de Edward siempre quería lo mejor para mi ¿Y si estar con Jake era lo mejor para mí? ¿Lo que me hacia feliz?
Jake quitó la mano de mi hombro y cuando se dirigía hacia la puerta le dije:
-Espera
El se volteó y se dirigió hacia mí con cara de interrogante
-Escucha Jake…quiero decirte algo- El se sumergió en mi mirada- Me gusta estar contigo
-A mí también me gusta estar contigo- Me respondió algo intrigado
-No es solo eso Jake. Me haces feliz, eres mi sol. Te quiero Jacob Black. Pero ya no más como un simple amigo, eres parte de mí- Me sonroje al confesar lo que sentía
Una gran sonrisa se empezó a dibujar en su rostro, mi favorita. Tomo mi rostro entre sus manos y nos miramos fijamente. Cuando nuestros labios estaban a solo unos centímetros me dijo:
-Te amo Isabella Swan
Y luego dulcemente presionó sus labios contra los míos. Me permití poner mis manos en su rostro y apretarlo contra mí. Nunca me había imaginado que ese momento sería así. Era dulce pero feroz, casi como si el beso fuera una necesidad. Me detuve cuando estuve a punto de perder el aliento, un escalofrió me recorrió. Sus labios cálidos habían hecho un choque frenético con los míos que estaban congelados. Mire a Jake, tenía una sonrisa triunfante .
-Me gustaría quedarme el resto de mi vida contigo- Apuntó- Pero todavía me falta ir por Victoria
Me estremecí al recordar su nombre. Jake me abrazó
-Además, deberías dormir. Saltar de un acantilado te ha dejado algo pálida
Los dos nos reímos y Jake abrió la puerta. De pronto, entró en el coche un soplo de aire, frío como el de una tormenta.
-¡Arg!-Jacob espiró con fuerza, como si alguien le hubiera golpeado en la barriga- ¡Vaya mierda!
Cerró la puerta de golpe al tiempo que giraba la llave del encendido. Le temblaban tanto las manos que yo no sabía cómo se las iba a arreglar para hacerlo.
-¿Qué ocurre?- Le pregunte preocupada. Podía dañar el auto en cualquier momento. Sus grandes brazos parecían a punto de explotar.
-Vampiro- espetó.
La sangre huyó de mi cabeza, por lo que me sentí mareada.
-¿Cómo lo sabes?
-¡Porque puedo olerlo! ¡Maldita sea!- Me respondió furioso
Los ojos de Jacob brillaban salvajes mientras rastreaba la calle oscura. No parecía consciente de los temblores que recorrían su cuerpo.
Giré mi cabeza y me llené de sorpresa al ver lo que se encontraba atrás de nosotros: El carro de los Cullen.
¿Habían vuelto?
Jacob pareció haber visto lo mismo que yo
-¡Maldita sea! Siempre arruinando todo esa estúpida sanguijuela
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Espero que les haya gustado. Saben que acepto sugerencias.
Pronto publicaré
Besos :)
aaaaaaah!!
ResponderEliminarte felicito! escribes muy bien!!
me encanta tu blog aunque solo lleve un capitulo por que me hubiese gustado sabaer que hubiera pasado si Bella se quedaba con Jacob ¿Edward se quedaria con su hija? eso seria gracioso..
bueno me gusta mucho tu blog!
lo voy a recomendar si te parece bien..
publica prontoo!
ahora me paso por tu otro blog!!
Jaja si, seria chistoso
ResponderEliminarQe bien qe te haya gustado! Obvio :) Recomiendame cuando qieras