-¿No puedes ver a los hombres lobo?
Ella torció el gesto.
-Eso parece.
Estaba evidentemente irritada por este hecho, muy irritada….
Alice se volteo en ademan de irse
-¿Volverás?- Le pregunté esperanzada
-Cuando saques al perro de la casa
El timbre volvió a sonar 2 veces impaciente. Abrí la puerta de un tirón. Era Jacob, por supuesto. Incluso aunque no le pudiera ver, Alice era muy intuitiva.
Se había quedado a metro y medio de la puerta y arrugaba la nariz con gesto de desagrado, pero aparte de eso su rostro estaba en calma, como el de una máscara. No me engañó. Vi el débil temblor de sus manos. Estaba enojado, muy enojado
-Hola-dije finalmente al ver que él seguía sin hablar.
Jake frunció los labios y continuó a la misma distancia que había mantenido con respecto a la puerta. Repasó la fachada de la casa con la mirada.
Apreté los dientes le dije:
-No está aquí. ¿Necesitas algo?
Él vaciló.
-¿Estás sola?
-Sí
Suspiré.
-¿Podemos hablar un minuto?
-Por supuesto, Jacob. Vamos, entra- Pasamos hasta la cocina
-¿Quién vino a visitarte?- Me preguntó
-Alice
Luego de unos segundos de silencio le pregunté
-¿Eso es todo?
-No- Me respondió con una mirada envenenada-¿Van a regresar los demás? Me tomé varios segundos en responder
-No-Vacile- ¿Algo más?
-No, eso es todo
-Entonces deberías ir corriendo detrás de Sam- Le dije mientras cada palabra me dolía un puñal
-Lo hice otra vez
-¿Qué?
-Incumplir mi promesa- Me dijo
Se acerco a mi rostro mientras ponía su mano rígida en mi mejilla.
Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo. Su mano ardía sobre la piel de mi rostro. Sabía que allí no había otra cosa que nostalgia y tristeza. No quería despedirme, por breve que llegara a ser la separación. Al principio su rostro fue un reflejo del mío, pero luego, sin que ninguno de los dos desviara la mirada, su expresión cambió.
Me soltó y alzó la otra mano para acariciarme la mejilla con las yemas de los dedos y terminar descendiendo hasta la mandíbula. Noté el temblor de sus dedos, aunque en esta ocasión no era a causa de la ira. Colocó la palma de su mano sobre mi mejilla, de modo que mi rostro quedó atrapado entre sus manos abrasadoras.
—Bella —susurró.
Me quedé helada.
A su vez, también yo clavé en él mi mirada. Su querido rostro era el de siempre. Yo le amaba de verdad en muchos sentidos. Era mi consuelo, mi puerto seguro, y en ese preciso momento yo podía escoger que me perteneciera.
Sin apartar sus ojos de los míos, Jacob comenzó a inclinar el rostro hacia mí.
Me rozó los labios con impaciencia. Yo ya había tomado una decisión, y cuando la tomaba no había marcha atrás. Me quedaría con Jacob
El repiqueteo estridente del teléfono nos hizo pegar un bote a los dos, pero él no perdió su centro de atención. Apartó la mano de mi barbilla y la alargó para tomar el auricular, pero aún sostenía férreamente mi mejilla con la otra mano. Sus ojos negros no se apartaron de los míos.
-Casa de los Swan -Contestó Jacob en voz baja, ronca y grave.
Alguien le contestó y Jacob se alteró al momento. Se envaró y me soltó el rostro. Se apagó el brillo de sus ojos, se quedó lívido, y hubiera apostado lo poco que quedaba de mis ahorros para ir a la universidad a que se trataba de Alice.
Ella torció el gesto.
-Eso parece.
Estaba evidentemente irritada por este hecho, muy irritada….
Alice se volteo en ademan de irse
-¿Volverás?- Le pregunté esperanzada
-Cuando saques al perro de la casa
El timbre volvió a sonar 2 veces impaciente. Abrí la puerta de un tirón. Era Jacob, por supuesto. Incluso aunque no le pudiera ver, Alice era muy intuitiva.
Se había quedado a metro y medio de la puerta y arrugaba la nariz con gesto de desagrado, pero aparte de eso su rostro estaba en calma, como el de una máscara. No me engañó. Vi el débil temblor de sus manos. Estaba enojado, muy enojado
-Hola-dije finalmente al ver que él seguía sin hablar.
Jake frunció los labios y continuó a la misma distancia que había mantenido con respecto a la puerta. Repasó la fachada de la casa con la mirada.
Apreté los dientes le dije:
-No está aquí. ¿Necesitas algo?
Él vaciló.
-¿Estás sola?
-Sí
Suspiré.
-¿Podemos hablar un minuto?
-Por supuesto, Jacob. Vamos, entra- Pasamos hasta la cocina
-¿Quién vino a visitarte?- Me preguntó
-Alice
Luego de unos segundos de silencio le pregunté
-¿Eso es todo?
-No- Me respondió con una mirada envenenada-¿Van a regresar los demás? Me tomé varios segundos en responder
-No-Vacile- ¿Algo más?
-No, eso es todo
-Entonces deberías ir corriendo detrás de Sam- Le dije mientras cada palabra me dolía un puñal
-Lo hice otra vez
-¿Qué?
-Incumplir mi promesa- Me dijo
Se acerco a mi rostro mientras ponía su mano rígida en mi mejilla.
Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo. Su mano ardía sobre la piel de mi rostro. Sabía que allí no había otra cosa que nostalgia y tristeza. No quería despedirme, por breve que llegara a ser la separación. Al principio su rostro fue un reflejo del mío, pero luego, sin que ninguno de los dos desviara la mirada, su expresión cambió.
Me soltó y alzó la otra mano para acariciarme la mejilla con las yemas de los dedos y terminar descendiendo hasta la mandíbula. Noté el temblor de sus dedos, aunque en esta ocasión no era a causa de la ira. Colocó la palma de su mano sobre mi mejilla, de modo que mi rostro quedó atrapado entre sus manos abrasadoras.
—Bella —susurró.
Me quedé helada.
A su vez, también yo clavé en él mi mirada. Su querido rostro era el de siempre. Yo le amaba de verdad en muchos sentidos. Era mi consuelo, mi puerto seguro, y en ese preciso momento yo podía escoger que me perteneciera.
Sin apartar sus ojos de los míos, Jacob comenzó a inclinar el rostro hacia mí.
Me rozó los labios con impaciencia. Yo ya había tomado una decisión, y cuando la tomaba no había marcha atrás. Me quedaría con Jacob
El repiqueteo estridente del teléfono nos hizo pegar un bote a los dos, pero él no perdió su centro de atención. Apartó la mano de mi barbilla y la alargó para tomar el auricular, pero aún sostenía férreamente mi mejilla con la otra mano. Sus ojos negros no se apartaron de los míos.
-Casa de los Swan -Contestó Jacob en voz baja, ronca y grave.
Alguien le contestó y Jacob se alteró al momento. Se envaró y me soltó el rostro. Se apagó el brillo de sus ojos, se quedó lívido, y hubiera apostado lo poco que quedaba de mis ahorros para ir a la universidad a que se trataba de Alice.
Me recuperé y extendí la mano para tomar el auricular, pero él me ignoró.
-No está en casa -Jacob pronunció esas palabras con un tono amenazador. Hubo una réplica breve, parecía una petición de información, ya que Jacob añadió de mala gana-: Se encuentra en el funeral.
A continuación, colgó el teléfono.
-Asqueroso chupasangre-murmuró por lo bajo. Volvió el rostro hacia mí, pero ahora volvía a ser una máscara llena de amargura.
-¿A quién le acabas de colgar mi teléfono en mi casa? -pregunté de forma entrecortada, enojadísima.
-¡Cálmate! ¡Él me colgó a mí!
-¿Quién era?
-El doctor Carlisle Cullen —pronunció el título con sorna.
-¡¿Por qué no me has dejado hablar con él?! - Troné
-No ha preguntado por ti-repuso Jacob con frialdad. Su rostro era inexpresivo y estaba en calma, pero las manos le temblaban-. Preguntó dónde estaba Charlie y le respondí. No me parece que haya quebrantado las reglas de la cortesía.
-Escúchame, Jacob Black...
Pero era obvio que no lo hacía. Volvió la vista atrás, como si hubiera oído su nombre en otra habitación. Abrió los ojos y se quedó rígido; luego comenzó a estremecerse. Yo también agucé el oído, pero sin oír nada.
-Adiós, Bella -espetó, y dio media vuelta para dirigirse a la puerta de la entrada.
Corrí tras él. De pronto, se quedo petrificado. Alice permanecía inmóvil al pie de las escaleras.
-Bella- Dijo con voz entrecortada. Tenía la mirada ausente, lejana: Una visión
-¿Qué pasa, Alice?- Chillé
-Edward- Logro articular. Posaba su mirada en mi llena de pánico
-Asqueroso chupasangre-murmuró por lo bajo. Volvió el rostro hacia mí, pero ahora volvía a ser una máscara llena de amargura.
-¿A quién le acabas de colgar mi teléfono en mi casa? -pregunté de forma entrecortada, enojadísima.
-¡Cálmate! ¡Él me colgó a mí!
-¿Quién era?
-El doctor Carlisle Cullen —pronunció el título con sorna.
-¡¿Por qué no me has dejado hablar con él?! - Troné
-No ha preguntado por ti-repuso Jacob con frialdad. Su rostro era inexpresivo y estaba en calma, pero las manos le temblaban-. Preguntó dónde estaba Charlie y le respondí. No me parece que haya quebrantado las reglas de la cortesía.
-Escúchame, Jacob Black...
Pero era obvio que no lo hacía. Volvió la vista atrás, como si hubiera oído su nombre en otra habitación. Abrió los ojos y se quedó rígido; luego comenzó a estremecerse. Yo también agucé el oído, pero sin oír nada.
-Adiós, Bella -espetó, y dio media vuelta para dirigirse a la puerta de la entrada.
Corrí tras él. De pronto, se quedo petrificado. Alice permanecía inmóvil al pie de las escaleras.
-Bella- Dijo con voz entrecortada. Tenía la mirada ausente, lejana: Una visión
-¿Qué pasa, Alice?- Chillé
-Edward- Logro articular. Posaba su mirada en mi llena de pánico
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Hola¡¡ Gracias a los que visitan el blog!! Recuerden que amo los comentarios y siempre los leoo :D
Proximamente abrire un blog de renesmee ... Pero no es solo la tipica historia de amor. Tiene 9 años (18) Y ahora si hay muchas mas accion...¿Diganme, lo visitarian?
¿Les gusta como escribo?
Buehh publicare pronto :D
todavia no me puedo hacer
ResponderEliminara la idea de qe Jacob yBella se van a
qedar juntos. pero me encanta tu blog
es GENIAL sigue escribiendo biee n.n
abby(:
waaa!! jacob&Bella, me encantan, acabo de hacer un song fic sobre ellos en un foro de twilight, sobre ellos dos XD talvez luego los publico en fanfiction, por si lo quieres ver XD
ResponderEliminari iio si entraría al blog de renesmee
Me encanta!!!(L).(L) escribes super bien y me encantaria leer tu historia de renesmee!
ResponderEliminarGenial!!!
ResponderEliminarY si leeria tu otro blog
Bye